El amor es tal vez la sensacion más difícil de controlar entre todas las manifestaciones emocionales que experimenta el ser humano durante su existir.

El fuego que embarga a una persona enamorada se acentúa en su interior a medida que su amor crece, sin importar hacia qué o quién esté dirigido.

La artista intentó plasmar en esta obra la tuerza con que el amor se manifiesta dentro de una persona y, como es el corazón el órgano que tradicionalmente se asocia con las “fechorías” de Cupido, se tomó el atrevimiento de presentarla a esta exposición.

Con esta pintura se pretende mostrar cómo un Corazón Abierto permite que el amor se adueñe de él, quemándolo deliciosamente con su fuego intenso.

Patricia Quevedo