El cuarto de juegos de Patricia Quevedo solo intenta demostrar como desde niños la sociedad nos enseña a utilizar los juegos como una herramienta que nos permite demostrar nuestra destreza y fortaleza a todos aquellos de los “acompañantes de vida” que integran ese pequeño mundo en el cual nos movemos a diario.

Tomamos ese camino durante nuestra infancia para de alguna manera no darnos cuenta de que la realidad que nos rodea e involucra no es más que una constante lucha por la supervivencia y que desde hace miles de años la sociedad humana no ha hecho más que ingeniarse formas de vencer a los demás permintiéndonos “sacarle el quite” a ese absurdo sentimiento de culpa que inevitablemente nos cobija cada vez que deponemos a alguien.

No obstante, nuestro verdad cotidiana está plagada de juegos, que a cada instante nos ayudan a pasar un rato agradable sin hacer daño y sin contarle a nadie que igual nos compungimos con cada victoria.

J.E.T.S